Cuarenta años conservando las migraciones de guanacos en Patagonia norte

Los relevamientos de guanacos realizados por WCS Argentina y el Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN) en la zona centro-sur de Neuquén indicaron una declinación de 50% respecto a datos relevados 20 años atrás. La evaluación de las tendencias de este herbívoro nativo dominante en el área, en el contexto regional, genera datos necesarios para desarrollar acciones de manejo y conservación y evaluar su efectividad sobre el estado poblacional de la especie.

Julio 2023, Neuquén – El guanaco (Lama guanicoe) habita mayormente en Argentina, pero también está presente en Chile y Perú y, en menor abundancia, en Bolivia y Paraguay. Pese a ser una especie emblemática de los ambientes de pastizales de América del Sur, su población transita un marcado declive desde hace 200 años: se estima que queda un 7% de los 30 millones de individuos que alguna vez habitaron la región.

WCS Argentina, las agencias de investigación IADIZA-CONICET e INIBIOMA-CONICET y de conservación gubernamental, la Dirección de Recursos Naturales Renovables de Mendoza y el CEAN de Neuquén han seguido las tendencias de las poblaciones de guanacos en Mendoza y Neuquén durante los últimos 40 años, evaluando su estado de conservación y la efectividad de las medidas de conservación en tres áreas importantes de esta región. 

Por un lado, en el Área Natural Protegida La Payunia, Mendoza -donde se produce la migración de guanacos más importante de Sudamérica-, el número de guanacos se duplicó desde que se creó la Reserva a principios de los 80, hasta 2010. Esta información indica que el aumento de las patrullas de guardaparques fue efectivo para reducir la caza furtiva previamente generalizada. 

Por otro lado, a lo largo del paisaje de la Reserva Provincial Auca Mahuida, Neuquén y su área de influencia, se registró un aumento del 30% en el número de guanacos entre 2002 y 2015. En este período, WCS Argentina trabajó con el gobierno provincial y empresas petroleras para mitigar los impactos sobre la especie generados por el desarrollo de hidrocarburos.

Por último, en el centro-sur de Neuquén, los estudios de guanacos realizados en los últimos dos años , indicaron una disminución del 50% respecto a los recuentos realizados hace 20 años. En este caso, se estima que las causas más probables pueden ser los efectos de las últimas erupciones volcánicas sobre las pasturas (2011 y 2015) y la caza furtiva en ciertos sectores.

Estos datos reflejan sólo un ejemplo del estado de algunas poblaciones distribuidas en el país y la región. En algunos casos, las migraciones de guanacos y sus poblaciones se han perdido antes de ser documentadas, lo que pone de manifiesto la magnitud del desafío para su conservación y la importancia de sostener estas investigaciones a lo largo de su rango de distribución.

UNA ESPECIE QUE CONECTA 

El guanaco conecta culturas y paisajes. Es una especie esencial para el funcionamiento de los ecosistemas naturales; proporciona gran parte del alimento de carnívoros y carroñeros silvestres. Año tras año, los individuos de esta especie migratoria deben atravesar diversas zonas para encontrar alimento, escapar de condiciones climáticas adversas y reproducirse. 

Lamentablemente, estos desplazamientos estacionales están amenazados por barreras como la ganadería, alambrados, redes de caminos, urbanizaciones en zonas rurales, caza furtiva y degradación de hábitats por extracción de hidrocarburos. La restricción de sus movimientos incide directamente en la supervivencia de la especie.

Es necesario proteger los sectores clave para los desplazamientos migratorios de este ungulado a través de una red de áreas núcleo, conectadas por corredores biológicos y otras áreas permeables a los desplazamientos, que conserven la biodiversidad de la Patagonia árida y semiárida, incluyendo este tipo de poblaciones que requieren hábitats extensos y conectados, y que contribuya a su adaptación y evolución frente a cambios ambientales futuros, en coexistencia con actividades humanas.

La información sobre la estructura y dinámica de las poblaciones y sus rutas migratorias ayudará a los responsables de la toma de decisiones a planificar y ejecutar proyectos para mitigar o eliminar las barreras y priorizar qué zonas de las rutas migratorias deben protegerse para conservar la especie.

UNA OPORTUNIDAD PARA AYUDAR A LA CONSERVACIÓN DE LAS MIGRACIONES DE GUANACOS

La Convención de Especies Migratorias (CMS por sus siglas en inglés) es un tratado medioambiental de las Naciones Unidas que proporciona una plataforma global para la conservación y el uso sostenible de los animales migratorios y sus hábitats. Este tratado único reúne a los países y a los expertos en vida silvestre para abordar las necesidades de conservación de las especies migratorias y sus hábitats en todo el mundo.

Las Partes de la CMS señalaron la importancia de la conectividad ecológica, incluidas las migraciones de animales, como una de las prioridades clave del nuevo Marco Mundial de la Biodiversidad aprobado en diciembre de 2022. 

Este año, durante la CMS COP14 que se celebrará del 23 al 28 de octubre en Samarcanda, Uzbekistán, se evaluará la posibilidad de incluir al guanaco dentro de los Apéndices I y II de la CMS, lo que significaría reconocer el carácter parcialmente migratorio de la especie y promover los esfuerzos de conservación de sus poblaciones. La propuesta para la inclusión del guanaco fue presentada por los gobiernos del área de distribución y contó con el apoyo del Grupo Especialista en Camélidos Sudamericanos (GECS) que es parte de la UICN.

Otra iniciativa que apoya la investigación y conservación de las migraciones de guanacos es la Iniciativa Global para la Migración de Ungulados (GIUM), un grupo internacional de especialistas enfocado en promover un mayor conocimiento que resulte en la protección de los procesos migratorios en ungulados, muchos de los cuales se han perdido o están en peligro crítico de desaparecer, antes incluso de haber sido documentados por la ciencia.

CONOCER PARA CONSERVAR

El relevamiento realizado por WCS y el CEAN incluyó registros por aire y por tierra. Desde un vehículo se registra la cantidad de individuos de cada grupo, el tipo de grupo social, su ubicación geográfica, la distancia y el rumbo con respecto a la línea de marcha. Mediante imágenes aéreas podemos registrar variables similares, pero en zonas inaccesibles por tierra, cubriendo zonas mucho más extensas en menor tiempo.

Contar con más y mejor información es fundamental para evaluar los cambios en las poblaciones de guanacos a lo largo del tiempo y estimar el impacto de actividades humanas como la cacería, la actividad hidrocarburífera y la ganadería. 

A partir de esta información, es posible definir estrategias de manejo y conservación por parte de las autoridades locales. Los resultados positivos en La Payunia y Auca Mahuida demuestran que la implementación efectiva de medidas para la conservación de la especie funciona. 

“El trabajo con el gobierno de Neuquén para relevar y conservar la especie es un ejemplo que esperamos replicar a través de alianzas con agencias gubernamentales de otras provincias de la Patagonia para desarrollar y evaluar modelos que promuevan la coexistencia entre la producción ovina y los guanacos, por ejemplo”, explica Andrés Novaro, Director de Conservación Terrestre de WCS Argentina.

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